Seguimos ascendiendo por el valle del Marshyangdi, donde nos ocurre de todo, a la vez que los paisajes nos cambian en cada momento. Nos salen a nuestro encuentro nativos para que los curemos, niños que nos piden, vemos satrerias en la calle y un sin fin de cosas que nos sorprenden.
Sastre
Repartiendo chuches
Moliendo trigo
Un relajante baño
Mudanza
Llega la hora de dormir